Hace algunos días un carabinero en moto se dirigía a la Universidad de Concepción, en función de cumplir con su deber, sin embargo, en el trayecto es atacado por los llamados “manifestantes pacíficos” o “primera línea” donde es botado de la moto y golpeado, es en ese momento que el uniformado hace uso de la legítima defensa al verse acorralado, y dispara a la pierna de uno de estos “manifestantes”, con lo cual inexplicablemente el uniformado es detenido.
El hecho ocurrió el viernes recién pasado en la Plaza Perú en Concepción, y en dónde la detención del uniformado fue ampliada hasta este lunes la debido al disparo en una pierna a un hombre de 23 años en el marco de las manifestaciones registradas. Este lunes sin embargo, el escenario judicial del carabinero cambió y sólo quedó con la medida de no acercarse a la víctima. Pero lo más relevante fue lo señalado por el juez, que calificó el ataque de la víctima al uniformado como cobarde y la respuesta del sargento racional y necesaria.
A pesar de lo anterior, lamentablemente hoy en día atacar a Carabineros se ha transformado en una práctica habitual, en el “premio mayor”, con lo que se busca tener una calle indefensa, sin resguardo, a merced de delincuentes que dicen ser “manifestantes pacíficos” o que son parte de la denominada “primera línea”.
La idea de estos delincuentes es sacar a Carabineros de las calles, para así poder delinquir sin que nadie los persiga o los detenga, para así tener a una ciudadanía asustada, temerosa, incluso sumisa.
Hoy no existe el respeto a Carabineros de Chile, hoy tenemos a una policía diezmada, que no puede ejercer sus labores por las que ha sido encomendada y por las que tiene atribuciones, hoy Carabineros no puede ejercer su labor de contener la violencia y restablecer el orden público, hoy lo púnico que se busca hacer en contra de Carabineros es desprestigiarlos.
Hoy los insubordinados, los delincuentes, los “manifestantes pacíficos”, la “primera línea” quieren destruir a una institución que solo busca proteger a la población, y restablecer lo que se ha perdido en estos casi cinco meses del denominado estallido social.
Hoy el carabinero ha perdido autoridad y legitimidad, si reacciona de acuerdo a sus atribuciones, hoy queda detenido, hoy Carabineros está de manos atadas, desde el 18 de octubre hay quienes solo han buscado destruir a la institución y a sus uniformados, quitarles total legitimidad, gracias a la viralización, donde desde un ángulo preferente y una adecuada edición, el uniformado queda como el agresor, cuando en muchos casos es víctima y no victimario.