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Escuela Normal de Chillán

La Madre espiritual cumple 131 años: El saludo de sus hijos

Cuantos abriles juntos madre y aún no desfalleces es porque tus hijos, cada 17 de Abril, llegamos a tu morada inmortal a brindarte el saludo fraterno. A beber la savia cristalina, pura y sincera que vertiste en nuestros corazones de niños; que te inmolaste por nosotros sin claudicar; velando respetar los valores que siempre nos inculcaste. Eres querida y amada por todos tus hijos que formaste y que enviaste a todos los rincones, del país, para entregar la palabra y el silabario, sin distingo de ninguna especie, establecer verdad y justicia en donde nos existiera plenamente. A llenar los ríos, de cantos y rondas infantiles, a ser constructor de intrépidos jóvenes que a través de la educación fueran los pilares para la formación de una gran sociedad.

Te añoramos inmortal Escuela Normal de Chillán, pero también te extraña tu pueblo, las organizaciones sociales, los deportistas, los poetas, los músicos, los líderes sociales, los niños sin horizontes y muchos más. Porque ya no está tu alquimia, que formó diamantes que abrieron senda de libertad y progreso, de sabiduría y talento, en tantas generaciones de chilenos y chilenas.

Hoy se te echa de menos, la avanzada tecnología no ha dado los estándares que se requieren para sustentar una sociedad donde los valores, de calificada índole positiva, prevalezcan con un sello característico en la mayoría de sus habitantes.

Hoy tus hijos que formaste “profesores normalista” vuelven a tu regazo después de un largo caminar y con la labor cumplida. A rendirte loas, venerarte y agradecer por la oportunidad brindada, sin desmayar, haciendo que la sublime labor de formador de juventudes la cumpliéramos a cabalidad en cada espacio educativo, social y cultural en que se participó

Tus últimas huestes están cansadas, aquí en la cantera de tu sabiduría estaremos regocijados para saludarte y poder beber, nuevamente, esa savia esplendorosa que nos brindaste para toda la vida

A ti Escuela Normal…por siempre altiva, leal y formadora.

                                                                                                    Héctor Caro Villa

                                                                                                  Profesor Normalista