La Región de Ñuble, ha sido parte del ADN agrícola en Chile por más de un siglo, como se ha mencionado en reiteradas ocasiones, estas tierras son de las más fértiles para esta actividad en el país, y hoy en día requiere ser potenciada, sin duda se deben seguir buscando las herramientas, las inversiones para llevar a cabo y concretar estas potencialidades, y en ese sentido la combinación público-privada es el eje o engranaje principal.
Además de ser una zona fértil para el desarrollo de la agricultura, la Región de Ñuble, ha sido por décadas, y por excelencia una zona formadora de profesionales agrícolas, por lo que el desafío hoy, tiene que ver, con esta nueva realidad, de ser región, los retos por lo tanto son el mantener esta tradición agrícola, la región lo necesita, para seguir desarrollándose en este camino inicial como región y como Ñuble se merece, para además aportar de la mejor manera al desarrollo del país.
Esta realidad fue refrendada hace algunos meses atrás, por las cifras entregadas por el Censo realizado el año pasado, donde sobresale la alta ruralidad de la Región de Ñuble, por lo tanto, esto debe seguir siendo una gran oportunidad de desarrollo del tema agrícola, y en donde la combinación de las políticas públicas que el actual gobierno lleve a cabo en la zona, así como el aporte a nivel educacional como el que desarrolla la Universidad de Concepción, a través de su Campus en Chillán, con sus centros de investigación y sus carreras afines con el ámbito agrícola, son parte de un plan integral en pos del desarrollo de Ñuble.
La combinación del mundo público-político con el mundo académico, así como también con el mundo privado, sólo puede generar desarrollo, crecimiento y el surgir de nuevas potencialidades en el sector agrícola, que sólo vendrán a contribuir a una evolución del trabajo y de las herramientas que hoy existen en lo que a agricultura se refiere. La Región de Ñuble debe seguir “creyéndose el cuento”, de que hoy es región, porque ya es una realidad, y lo seguirá siendo por siempre, por lo que debe, casi por obligación, transformarse en un factor clave en el desarrollo agrícola del país.
Sólo queda combinar de manera correcta, las distintas herramientas e ideas que tengan como fin principal y final el desarrollar una agricultura acorde a los tiempos actuales para la Región de Ñuble, una agricultura moderna, sustentable y que vaya de la mano de la nueva realidad medio ambiental que afecta no sólo al país, sino que a todo el planeta, pero las oportunidades están presentes, el camino está ahí, sólo queda saber recorrerlo.