En 2016 fallecieron 360 personas en la Región producto de esta enfermedad, por ello profesionales de salud relevan la importancia de evitar su desarrollo a través de cambios en los estilos de vida que incluyen comer sano, ejercitarse y no fumar.
En Ñuble una persona muere a diario a consecuencia del ataque cerebrovascular (ACV). Se trata de una patología que representa la primera causa de fallecimientos en el país y en la Región, pero que se estima se puede prevenir en un 80% de los casos, a través de estilos de vida saludables.
En el marco del Día Mundial de esta enfermedad, profesionales de la red asistencial de local relevaron la importancia de evitar el desarrollo de este problema de salud y detectar a tiempo sus síntomas.
Al respecto, el Director (s) del Servicio de Salud Ñuble (SSÑ), Ricardo Sánchez Opazo explicó que “en Chile se registran cerca de 25 mil nuevos casos al año y durante 2016 en nuestra Región 1.296 personas sufrieron esta enfermedad, la que a su vez, provocó el fallecimiento de 360 ñublensinos. Por ello, el principal llamado es a prevenir, pero también a reconocer sus síntomas. Se trata de una urgencia vital donde consultar y acceder a tratamiento oportunamente puede establecer la diferencia en el pronóstico de salud y de las secuelas derivadas del daño cerebral”.
¿Cómo prevenir?
El doctor Alexis Rojo, Neurólogo Vascular, Jefe de la Unidad de Accidente Cerebrovascular del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán detalla que “hace 10 años la edad de manifestación del ACV eran los 55 años, no obstante hace un tiempo ésta se redujo a los 45, sin presentar gran variación entre hombres y mujeres. Las causas de ello, no están claras, pero sí sabemos que contribuye el cambio en el estilo de alimentación, por hábitos poco saludables, comida chatarra, consumo de bebidas; la disminución del ejercicio, el elevado nivel de estrés, la presencia de enfermedades como la dislipidemia, la hipertensión y diabetes mal controladas o no diagnosticadas, además del hábito del tabaquismo, que provoca que cada una hora una persona curse un ACV”.
En esa línea, las principales recomendaciones para evitar el desarrollo de esta patología apuntan a tener estilos de vida saludables: comer sano prefiriendo las frutas y verduras por sobre los productos altamente procesados; realizar ejercicio físico, que puede ser caminar diariamente al menos 30 minutos a paso rápido; no fumar y mantener controlada la presión arterial.
Síntomas
“No poder sonreír de manera simétrica, la imposibilidad repentina de hablar y ser incapaz de levantar ambos brazos al mismo tiempo hacia el frente, son las principales señales de que está ocurriendo un ataque cerebrovascular”, precisó Andrea Hernández, Enfermera a cargo de la Unidad de Procesos y Gestión de Garantías Explícitas en Salud del SSÑ.
Frente al reconocimiento de estas señales, las personas deben acudir de inmediato al servicio de urgencia más cercano. “El tiempo es vital pues se estima que por cada minuto mueren dos millones de neuronas. Además, las acciones destinadas a preservar la integridad del tejido cerebral que aún no presenta daño irreversible deben ser instauradas durante las primeras 4,5 horas post evento, especialmente en el caso de la trombolisis, un tratamiento al que es posible acceder en el Hospital Clínico Herminda Martín”, añadió la profesional.
Considerando su alta prevalencia, el ataque cerebrovascular isquémico es una de las 80 enfermedades cubiertas por el GES.
La importancia de la rehabilitación
El ataque cerebral es un gran generador de discapacidad, tanto física como cognitiva. De la población que sufre un ACV, se estima que un 15 a 30% resulta con un deterioro funcional severo a largo plazo, lo que implica un alto grado de dependencia de terceros.
En esa línea, es fundamental que las personas accedan a rehabilitación, que también está garantizada por el GES. Para ello, el Servicio de Salud cuenta con salas rehabilitación, en toda la red asistencial, es decir, en los Centros de Salud Familiar de los Hospitales Comunitarios de Salud Familiar, además de los Servicios de Rehabilitación de los Hospitales de San Carlos y Clínico Herminda Martín de Chillán.
Además, existen equipos de rehabilitación que se dirigen a la casa de los usuarios a realizar distintas actividades, sobre todo de aquellos/as que no pueden dirigirse al centro de salud, o que viven en lugares más apartados; principalmente en sectores rurales de Ñuble.